La victimización es un proceso mediante el cual se determinan la relación y los daños generados por un crimen o delito entre la víctima y el victimario. El nuevo Código Procesal Penal establece los mecanismos de garantía y protección de los derechos de las víctimas durante el proceso.
El concepto de victimización parte del criterio de victimizar, que quiere decir, ocasionar daños, dañar a otros en su persona o en su patrimonio; esta se expresa en acciones u omisiones que afectan no sólo a la persona física sino a su patrimonio, sus derechos, así como a las personas morales.
Para identificar el contexto de las víctimas es importante distinguir tres (3) clases de victimización, por cuanto esto nos permitirá conocer en que fase o proceso se encuentra:
• Victimización primaria: es la que se deriva abiertamente del crimen, esto es cuando se comete un homicidio, violación sexual, etc.
• Victimización secundaria: se refiere a los sentimientos que a las víctimas, a los testigos y mayormente a los sujetos pasivos de un delito les dan más o menos directamente las instituciones encargadas de hacer justicia: policías, jueces, peritos, fiscales, funcionarios de instituciones, etc. Ejemplo: los abusos policiales, la indiferencia y los malos manejos en los procesos de la investigación.
• Victimización terciaria: es la conducta posterior de la misma víctima resultante de las insuficiencias en los procesos y del estigma social. Ejemplo: víctima de violencia no debidamente atendida.
Identificar el proceso de victimización es importante para establecer la situación, realidad y necesidades de la víctima.
Fuente: La Defensa de los Derechos de las Víctimas en el Nuevo Proceso Penal, Pag. #15,
Publicación Finjus
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