La escena del crimen es la más valiosa fuente de evidencia física para el esclarecimiento del mismo. Cualquier alteración, deliberada o involuntaria, de la escena del crimen, puede retardar y en ocasiones hasta impedir su esclarecimiento. La escena del crimen es el lugar donde aquél ocurrió.
Las evidencias físicas están constituidas por cualquier objeto, marca o impresión, que pueda contribuir a la reconstrucción del crimen o conducir a la identificación del criminal, o vincular al criminal con la víctima o con la escena del crimen. Muchas de estas evidencias físicas pueden desaparecer o deteriorarse antes de que llegue a la escena del crimen el investigador policial especializado. Por ejemplo, el cambio de posición de un cadáver, o el cambio de lugar de un arma de fuego o de cualquier posible instrumento de agresión, o la sustracción de casquillos vacíos encontrados en el lugar, o la eliminación de manchas de sangre, constituyen alteraciones de la escena del crimen, que sin duda harán más difícil el trabajo del experto policial encargado de la investigación del caso, pues podrían desorientarlo en algunas ocasiones o eliminar pruebas físicas importantes en otras ocasiones.
Cabe señalar que si bien es cierto que la escena del crimen puede ser alterada con el propósito deliberado de enmascarar la verdadera realidad, por ejemplo, el homicida que cambia la posición de la víctima y el lugar del arma en un intento de hacer aparecer como suicidio lo que en realidad fue un homicidio, también es cierto que ello puede ocurrir por ignorancia y en ocasiones hasta por razones de moralidad, como sería el caso de la señora que limpia las manchas de sangre del piso o la pared o el caso del hombre que viste el cadáver de su hija que encontró desnudo. Un cadáver no debe ser cambiado de posición ni tocado hasta que llegue la autoridad competente.
La escena del crimen debe ser aislada del público curioso, estableciendo un área de protección dentro de la cual nadie podrá tocar o desplazar objetos encontrados en ella. En casos extremos, podría ser necesario desplazar para fines de preservación algunos objetos con potencial indicio de prueba, evitando así que sean destruidos o muy afectados por elementos de la naturaleza.
Fuente: Manual de Protección Ciudadana, Lic. Ramón Alcides Rodríguez Veras, Pags. 66 y 67
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